¿Será verdad?
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Capítulo 4 el trono de Dios
Los preparativos para la tribulacion
Al comenzar el capítulo cuatro del libro de las Revelaciones se puede observar un cambio muy drástico de escenario. A partir de este momento comienza la tercera parte de este libro profético, la que tiene que ver con “las cosas que han de suceder después de estas”; es decir lo que va a suceder después de la finalización de la Era de la Gracia o la Era de la Iglesia que terminará cuando la Iglesia de Cristo sea arrebatada a los cielos (1Ts.4.17). Se nota también que el principal tema del libro de las Revelaciones pasa de centrarse en las acciones cuidadosas del Mesías como Cabeza de la iglesia, en la relación con las variadas necesidades espirituales a centrarse en la acción soberana del Dios Trino Dios sobre su Creación. Es, pues, una visión gloriosa y majestuosa de Dios como Creador y como Soberano de todas cosas creadas, ya sean las pertenecientes al mundo espiritual como al físico. Los capítulos cuatro y cinco son una especie de prólogo al derramamiento de los juicios que ocurren en el “Día de Jehová” y “la ira del Cordero” (Ap.6:16).
Estos dos capítulos son los antecedentes de la tremenda barrida de los eventos proféticos predichos en el resto del libro de las Revelaciones. Si el capítulo cuatro y los capítulos subsiguientes se relacionan con el futuro, brindan una importante pista con respecto a la interpretación de la visión y los eventos proféticos que se desarrollan en esos capítulos. Hay que tomar en cuenta que una de las principales razones de confusión en este libro profético ha sido la incapacidad de comprender este punto. Si la Revelación no tiene una estructura cronológica y es meramente una presentación simbólica de la verdad moral, su significado profético se reduce al mínimo. Si como sostienen los partidarios del preterismo escatológico que esta sección (“la cosas que han de suceder después de estas”) se cumplieron en la persecución temprana del Imperio Romano contra la Iglesia Primitiva, también se roba el libro de cualquier profecía del futuro.
Una interpretación literal de las
profecías que comienzan en el capítulo cuatro (es la posición escatológica que es
la basa principal de la doctrina premilenialista) no se cumple en ningún evento
histórico y, por lo tanto, debe considerarse desde el punto futurista si de
hecho es una profecía válida. Los eventos anticipados en la promesa hecha por
el Mesías Jesús de
“Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de estas” (Ap.4:1)
Deben
considerarse como una predicción profética de los eventos que ocurrirán al
final de la Era. En el capítulo cuatro, comienza la sección principal del libro
de las Revelaciones, que termina en el capítulo quince. Esta parte trata de las
visiones apocalípticas de los siete sellos, de las siete trompetas y de las
siete copas. El estilo de estos dos capítulos es marcadamente simbólico, por
este motivo se ha levantado mucha controversia acerca del significado y el
orden de los eventos.
Entre tanto, se debe reconocer
que los símbolos representan realidades no ideas generalizadas y vagas. El
Anticristo (1Jn.2:8) en las profecías del libro de las Revelaciones es, por
ejemplo, llamado “la bestia” (Ap.13),
más el símbolo representa a un hombre real (2Ts.2:1-4;8-10). El Señor Jesús es
representado por un “Cordero” (Ap.5),
más es el mismo Señor Jesús que un día ascendió a los cielos, y que muy en
breve ha de volver. Las visiones del libro de las Revelaciones con frecuencia
concluyen de una manera abrupta y no discurren de una a otra. Así, la primera
visión se encuentra en las cartas a las siete iglesias y concluye con la
dirigida a los laodiceos; el versículo siguiente (Ap.4:1) introduce la segunda
visión que concluye con la apertura del séptimo sello (Ap.8:1). De hecho,
después de la secuencia el Mesías que ordena al profeta Juan que escriba las
siete cartas a las iglesias en la provincia de Asia, la estructura de
Apocalipsis cambia, y Juan utiliza varios contrastes directos e indirectos.
·
Hay
el contraste entre los miembros pecadores de estas siete iglesias y el
esplendor indescriptible de la santidad de Dios. Son seres humanos pecadores en
una tierra pecaminosa frente a un Dios santo en el cielo
· El capítulo 4 es una descripción del trono de Dios en el cielo. Dios, quien ocupa este trono, es el creador del universo (vs.11). En contraposición, el capítulo 5 describe al Cordero de Dios, que fue inmolado, como el Redentor de su pueblo. El Cordero es el que es digno de tomar el rollo y abrir sus sellos, porque es el Revelador. El capítulo seis proclama la hostilidad que Satanás y sus secuaces dirigen contra Dios. El profeta Juan concluye este capítulo con una descripción de los horrores del juicio divino sobre estos enemigos. Por el contrario, el capítulo siete expone que el pueblo de Dios es sellado, y junto con los ángeles y ancianos, canta alabanzas a Dios y al Cordero. La apertura del séptimo sello va seguida de un período de silencio en el cielo (Ap.8:1)
· En la primera visión (Ap.1:9–3:22), el Mesías se revela y se dirige a siete iglesias en la tierra. La segunda visión (Ap.4:1–8:1) se dedica a describir el trono de Dios. Este trono en el cielo es el centro del universo y es el lugar donde el Cordero abre los siete sellos. Y, por último, el mensaje a las siete iglesias es directo y relativamente sencillo, pero para describir el trono en el cielo y la apertura de los siete sellos se emplea lenguaje simbólico. Este simbolismo sirve para decirle al lector que Dios no ve con ojos humanos y que la apertura de los sellos es para revelar lo que ha sido escrito y no se puede entender sin ver la autoridad y poder del Cordero. El rollo para Él es un instrumento que ha ocultado el significado de su contenido hasta que el Cordero abra los sellos.
Después de terminar las cartas a
los siete ángeles, el profeta Juan da comienzo a una nueva parte del libro de
Apocalipsis. Con este capítulo se comienza la tercera sección de este libro
profético sigue el esquema divinamente inspirado y tiene que con “las que han de suceder después de estas” (Ap.1:19),
es decir, las cosas que han de suceder inmediatamente después del
arrebatamiento de la Iglesia, o sea el periodo de la tribulación y la venida
del reino de Dios (el milenio) y el estado eterno. Esta revelación incluirá la
destrucción de todos los poderes del mal, de Satanás y del Hades y la muerte,
pero antes de que estos poderes malignos sean destruidos, detonarán en un
desesperado esfuerzo final para frustrar los propósitos de Dios tratando de
destruir a su pueblo.
“Y
lo que viste, los pies y los dedos, parte de barro de alfarero y parte de
hierro, será un reino dividido; pero tendrá la solidez del hierro, ya que viste
el hierro mezclado con barro corriente. Y así como los dedos de los pies eran
parte de hierro y parte de barro cocido, así parte del reino será fuerte y
parte será frágil. En cuanto al hierro mezclado con barro corriente que has
visto, se mezclarán mediante simiente humana; pero no se unirán el uno con el
otro, como no se mezcla el hierro con el barro” (Dn.2:42-43)
Para continuar leyendo este comentario solicite gratuitamente el libro a
ricardoarias349@gmail.com
Estamos
para servirle, bendiciones del Vencedor del Calvario, Jesús, el Mesías de
Israel
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Entradas populares

Ap.12 Las selañes del cielo
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps

Una multitud delante del trono
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps

El caballo blanco y su jinete
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps

¡¡¡Todos los libros gratis!!!
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps