¿Será verdad?
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Capítulo 5 El título de propiedad de la tierra
El título de propieda de la tierra
E |
s
maravilloso observar la cómo se va desarrollando la cronología profética en el
libro de las Revelaciones. Luego de haber dedicado el capítulo cuatro al Dios
de la creación. Ahora comienza el cinco dedicado al Dios de la salvacion. Toda
la historia comienza en Dios, está absolutamente bajo el control de la
soberanía de Dios y terminará según la voluntad de Dios. Este capítulo cinco
continúa con la visión del trono de Dios del capítulo cuatro. No puedo dejar de
preguntar si la visión que tenemos delante en Ap.4-5 es la misma visión que se
le dio al apóstol Pablo, a la cual él se refiere brevemente en su segunda carta
a los corintios donde describe su experiencia de haber sido arrebatado al
paraíso y de haber oído palabras indecibles que no podía expresar por mandato
divino
“Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco a tal hombre (si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe) que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que al hombre no se le permite expresar” (2Co.12:2-4)
Siempre
al meditar sobre este trecho bíblico me pregunto los argumentos Divinos
esgrimidos por el Espíritu Santo para que el apóstol Pablo reciba la orden de
encriptar su visión y porqué al apóstol Juan se le ordena que escribe lo que se
le muestra (Ap.1:19).
El profeta Juan vio la misma visión, pero dándole a él la oportunidad de escribir y lo podemos leer en el libro del Apocalipsis. Los capítulos cuatro y cinco en realidad no deberían estar divididos y resulta desafortunado que lo estén, pero en esencia, van juntos y de esta manera hay que estudiarlos. Es necesario recordar que el profeta Juan comienza una nueva sección con el capítulo cuatro con las palabras “Después de esto” (Ap.4:1). La frase en griego es “meta tauta” (meta tauta), quiere decir “después de estas cosas”. La pregunta es “¿qué cosas?”. El contexto se refriere al rapto de la Iglesia que sucede al final del capítulo tres e inmediatamente antes del inicio del cuatro. La frase “meta tauta” abre y cierra este versículo en el griego original.
A fin de entender lo que ocurre en el capítulo cinco, debemos entender y recordar el cuadro que tenemos en el capítulo cuatro. Sentado en el trono está Dios el Padre, rodeando al trono hay un arco iris de color esmeralda; y sentados alrededor del trono hay 24 ancianos representando a la Iglesia de Jesucristo que fue arrebatada. Del trono salen truenos, relámpagos y voces, significando el juicio que a punto está por desatarse sobre el planeta tierra y todos sus moradores. Extendiéndose delante del trono hay un mar de cristal, indicando la separación entre todas las demás criaturas, los ángeles y Dios. En medio del trono hay cuatro seres vivientes que son los seres angélicos especiales de Dios. Estos ángeles no descansan ni de día ni de noche de alabar a Dios, y los 24 ancianos, cuando oyen la voz de los ángeles se postran sobre sus caras y ellos también adoran al que vive por los siglos de los siglos. Al comenzar el capítulo cinco notamos que algo ha llegado a ser parte central en este capítulo que no habíamos tenido delante de nuestros ojos en esta escena del cielo antes.
Vs.1
Y vi:
La primera palabra del capítulo cinco es “Y”, conectando de esta manera con el fin del capítulo 4. A fin de entender lo que ocurre en el capítulo cinco, debemos recordar el cuadro que tenemos en el capítulo cuatro. En griego, este pasaje comienza con la palabra griega “kai” (kai, que por lo general se traduce como “y”, o “entonces” como lo traduce la Reina Valera).
en
la mano derecha del que estaba sentado en el trono:
No hay ningún tipo de dudas acerca de la identidad de quién es el que está
sentado en el trono, es Dios, el Padre. La mano derecha sugiere una posición de
autoridad, de gran y enorme importancia, en griego es “epí tén dexián (epi ten dexian, literalmente “sobre la
diestra”). Indica absoluto dominio y control de lo que se tiene en esa mano.
Representa la bendición del primogénito (Gn.48:13-18), la posición de honra en
presencia del rey (1R.2:19) y la fuerza victoriosa (Job.40:14; Is.63:13-14). La
sabiduría retiene, en su mano derecha, el poder para prolongar la vida
(Pr.3:16). La mano derecha de Dios representa, frecuentemente, su poder para
establecer, proteger, rescatar a su pueblo (Sal.80:14-15; Is.62:8). Por otro
lado, de la mano derecha de Dios vienen los castigos para sus enemigos
(Hab.2:16). El rey escogido para gobernar a su pueblo es descripto como “fuera
un anillo en mi mano derecha” (Jer.22:24).
Es la mano del juramento inmutable de
Dios a favor de los fieles (Is.62:8, comp.He.6:13-20). Los reyes aseguraban el
cetro de autoridad en su mano derecha (Mt.27:29). Fue en la mano derecha que el
Señor Jesús sujetaba las siete estrellas (Ap.1:16; 2:1). Es la mano en la marca
de la Bestia colocará a sus seguidores (Ap.13:16-17). Se puede concluir que el
Dios Todopoderoso aseguraba con su mano derecha una demostración de su
autoridad por la cual daría poder a su Ungido para proteger a su pueblo fiel y
castigar a sus enemigos. Esto es lo que se encontrará en los siguientes
capítulos.
Es interesante notar que el profeta Juan hace mención del trono de Dios en 18 de los 22 capítulos del libro de las Revelaciones. En realidad, de las 62 veces que aparece la palabra “trono” en el Nuevo Testamento, 47 de ellas se encuentran el libro de Apocalipsis. Fuertes tendencias de juicio caracterizan el Apocalipsis, no solo por esta visión tan sorprendente, sino por toda la terminología de juicio involucrada (por ejemplo, 6:10; 11:18; 15:3; 16:5-7; 18:8; 19:2,11). El juicio temporal de la venida de Cristo, que concluye dramáticamente definitivamente la era tipológica del Antiguo Testamento (vs.11.1; 2:19; 21:22), está dirigida desde el trono del universo.
un
libro escrito por dentro y por fuera:
Al profeta centra
su atención en lo que sostiene Dios el Padre en su mano derecha, “un libro”
(en griego biblion, biblion, librito), porque a la sazón de
esta manera se enrollaban los antiguos testamentos romanos. Antiguamente los
libros de aquel entonces consistían de una larga tira de papiro o pergamino
escrita en columnas, que se enrollaban en torno a una varilla horizontal
(Ap.6:14) y de iba desenrollando sucesivamente conforme se avanzaba en su
lectura.
Generalmente estaba escrito sólo por la
cara interior, pero a veces se escribían en el exterior (un ejemplo de ello se
encuentra en el manuscrito apócrifo 4 Esdras 2:9ss) y entonces se llamaban
“opistógrafos” (del griego ópisthen, opisthen, que es el vocablo que aquí figura
para significar “al revés”). Este rollo que ve el profeta Juan era de la clase
opistógrafo.
Para continuar leyendo este comentario solicite gratuitamente el libro a
ricardoarias349@gmail.com
Estamos
para servirle, bendiciones del Vencedor del Calvario, Jesús, el Mesías de
Israel
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Entradas populares

Ap.12 Las selañes del cielo
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps

Una multitud delante del trono
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps

El caballo blanco y su jinete
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps

¡¡¡Todos los libros gratis!!!
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Comentarios
Publicar un comentario